Desde el pasado 1 de agosto, los 14 empleados de tal rubro
se mantienen sin acudir a las comunidades donde se carece de centro o casa de
la salud.
Pues carecen de medios y recursos para trasladarse a las
zonas rurales, denunció Nestor Rojas, empleado de Caravanas Móviles.
De acuerdo al convenio formalizado entre la Federación y la
Secretaría Estatal de Salud (Sesa), cada trabajador debe recibir 435 pesos
diarios para traslado, alimentación y permanencia en los sitios donde presten
el servicio de salud itinerante.
Esto ha sido así desde que inició el 2021 y para mantener el
programa los trabajadores aportaban recursos propios pero ya no están en
condiciones de hacerle, pues también tienen gastos familiares y personales.
El personal de las caravanas móviles permanece afuera de la
Jurisdicción Sanitaria Número 1 en espera de respuesta. Aunque el movimiento de
protesta es pacífico, teme represalias.
En consecuencia, aproximadamente dos mil habitantes de zonas
rurales no reciben atención médica.
Y es que al menos del 30 por ciento está en tratamiento por
enfermedades crónico degenerativas.
Y es que el tercer rebrote de SARS-CoV-2 aun está en la fase
de riesgo.
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