-:- Tres años de tropiezos comunicativos no se borran con un cambio de titular -:-
Por Luis Mis – Gato Maya
Resulta que la alcaldesa Ana Paty Peralta decidió “pasar la estafeta” de Comunicación Social a Cindy López, aunque todos sabemos que esa estafeta ya venía quemada desde hace rato.
Y vamos dejando algo claro desde el principio: la prensa no está para aplaudir… ni para servir de mensajería dorada de ningún funcionario.
La comunicación institucional debe abrir puertas, no bloquear o poner ventanillas con cita previa.
Sin embargo, durante este periodo, varias decisiones provenientes de la oficina de Indhira Carrillo parecían hechas sólo para “negociar” con amistades mediáticas y ciertos círculos personales.
Porque vamos a decirlo sin rodeos:
cuando la estrategia de comunicación gira alrededor de intereses individuales, tarde o temprano la imagen pública se derrumba. Y ese derrumbe no cae sobre la funcionaria, sino sobre la Presidenta Municipal, que es la cara frente al ciudadano.
A Ana Paty, lo quisiera o no, le llegó la factura completa: desgaste, distancia con la prensa y una comunicación que a ratos parecía alejarla de los medios.
Ahora llega Cindy López, con un historial respetable, especialmente en temas digitales. Tiene herramientas, experiencia y, ojalá, estómago para poner orden. Pero habrá que ver si viene a limpiar la casa… o a repetir “el ejemplo” de la célebre “Maestra Indhi”,
Porque el verdadero problema no es quién se va, sino lo que deja. Indhira se marcha rumbo al Instituto de Movilidad —y qué bueno—, pero los efectos de su estilo no se van con ella. Se quedan aquí: en el Ayuntamiento, en los medios, en la percepción pública.
Cancún necesita que el gobierno entienda que el periodismo necesita diálogo, no murallas.
Necesita información, no relaciones públicas disfrazadas de servicio público.
Y, sobre todo, necesita un gobierno que recuerde que el periodismo no es enemigo ni empleado: es contrapeso, es espejo y es brújula.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario