-:- En realidad se terminar谩 la 40? -:-
#Cancun #adiosalamordida #ustedicecomolehacemosjoven
#seguidoresfacebook
Por Luis Mis-Gato Maya馃惥
Pues al fin alguien tuvo el valor de decirlo en voz alta: s铆, Quintana Roo ten铆a —y digo “ten铆a” con optimismo espiritual— la polic铆a de tr谩nsito m谩s corrupta del pa铆s. No lo digo yo, lo dijo la gobernadora. Yo s贸lo ma煤llo lo evidente.
Porque durante d茅cadas, nuestros honorables agentes de Tr谩nsito fueron unos verdaderos artistas: capaces de inventar infracciones m谩s r谩pido que un gato puede treparse a la mesa.
“Es que ven铆a muy r谩pido… muy lento… no me salud贸… me vio feo”. Todo era motivo de multa o de “arreglo”. Una creatividad digna de Bellas Artes, pero aplicada al bolsillo del ciudadano.
Mara Lezama anunci贸 la muerte de Tr谩nsito con una solemnidad casi po茅tica, un funeral que nadie llor贸. Yo hasta esperaba minuto de silencio… pero nadie lo pidi贸, quiz谩 porque ning煤n quintanarroense extra帽ar谩 a un cuerpo que confundi贸 la autoridad con la cacer铆a de bolsillos.
El MOBI, nos dicen, es una “transformaci贸n hist贸rica”. Y yo quiero creerlo. De verdad. Me encantar铆a vivir en un estado donde el agente no te pida “para el refresco”, ni te haga el cl谩sico examen ocular de corrupci贸n: ver tu cartera en vez de tus documentos.
Ahora tendremos radares que multan sin hablar. Una maravilla. Porque si algo nos fallaba en Quintana Roo no era la tecnolog铆a, era la tentaci贸n. Un radar no tiene antojo de Coca-Cola, ni urge por “cooperaciones voluntarias”.
Claro… siempre quedar谩 la duda de qui茅n controla el radar. Ya sabemos que en M茅xico hasta la tecnolog铆a aprende malas ma帽as si se junta con las personas adecuadas. Pero bueno, d茅mosle el beneficio de la duda.
Por lo menos el aparato no puede abrir la ventanilla y decir: “¿c贸mo le ayudamos, joven?”.
El gobierno presume que los nuevos agentes de movilidad no tendr谩n contacto con los automovilistas. ¡Aleluya! Quiz谩 ahora s铆 podamos manejar sin el constante miedo de que una patrulla nos rebase, se nos pegue como mosca y nos invente una tragedia vial para justificar la mordida.
Dec铆a la gobernadora que el 81% de la gente desconf铆a de Tr谩nsito. ¿De verdad solo 81%? Yo quiero conocer al otro 19% para estudiarlos cient铆ficamente.
Porque confiar en Tr谩nsito es como confiar en un mapache para cuidar la comida.
El MOBI se vende como la salvaci贸n: autobuses modernos, rutas ordenadas, pagos digitales. Todo suena bien. Suena tan bonito que hasta parece Europa… pero con calor. El problema es que en M茅xico sabemos que muchas cosas “nacen perfectas y se corrompen r谩pido”. Como aguacate bonito en el s煤per: lo ves verde, sano, prometedor… lo compras y llegando a casa ya se pudri贸.
Ojal谩 MOBI no sea el aguacate de la movilidad.
Aqu铆 s铆 vale la pena preguntar, con el sarcasmo que el momento amerita: ¿D贸nde estaban todos cuando Tr谩nsito se volvi贸 sin贸nimo de extorsi贸n?, ¿por qu茅 hasta ahora?.
Porque ya sabemos que algunos gobiernos pasados ten铆an una relaci贸n tan cercana con la corrupci贸n que si fuera persona, la habr铆an invitado a vivir en Casa de Gobierno.
Pero bueno, celebremos que al menos hoy alguien reconoci贸 el problema, lo llam贸 por su nombre y anunci贸 su funeral.
La muerte de Tr谩nsito no elimina la corrupci贸n de un plumazo. Pero s铆 elimina la herramienta favorita del extorsionador: el contacto directo. Y eso, mis queridos lectores, ya es ganancia.
Lo dem谩s depender谩 de que no nos durmamos. Porque si dejamos todo en manos del gobierno, la corrupci贸n se disfraza, cambia de peinado y vuelve. Hay que vigilarla como gato hambriento frente a un plato de comida.
El MOBI no es s贸lo un nuevo nombre. Es la oportunidad de romper una cadena de abusos que nos rasp贸 el bolsillo y la dignidad por d茅cadas. Es, si todo sale bien, la posibilidad de manejar sin el p谩nico de ver luces azules en el retrovisor.
Hoy, por primera vez en mucho tiempo, Quintana Roo intenta avanzar. Y yo —el Gato Maya— estar茅 aqu铆, observando desde la azotea, listo para maullar si algo huele raro.
Porque movernos no s贸lo es desplazarnos: es dejar de vivir agachados ante la corrupci贸n. Y si este cambio realmente camina, entonces s铆: que viva el MOBI… y que Tr谩nsito descanse en paz.
#Adi贸sALaMordidarealidad se terminar谩 la 40? -:-
#Cancun #adiosalamordida #ustedicecomolehacemosjoven
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Por Luis Mis-Gato Maya馃惥
Pues al fin alguien tuvo el valor de decirlo en voz alta: s铆, Quintana Roo ten铆a —y digo “ten铆a” con optimismo espiritual— la polic铆a de tr谩nsito m谩s corrupta del pa铆s. No lo digo yo, lo dijo la gobernadora. Yo s贸lo ma煤llo lo evidente.
Porque durante d茅cadas, nuestros honorables agentes de Tr谩nsito fueron unos verdaderos artistas: capaces de inventar infracciones m谩s r谩pido que un gato puede treparse a la mesa.
“Es que ven铆a muy r谩pido… muy lento… no me salud贸… me vio feo”. Todo era motivo de multa o de “arreglo”. Una creatividad digna de Bellas Artes, pero aplicada al bolsillo del ciudadano.
Mara Lezama anunci贸 la muerte de Tr谩nsito con una solemnidad casi po茅tica, un funeral que nadie llor贸. Yo hasta esperaba minuto de silencio… pero nadie lo pidi贸, quiz谩 porque ning煤n quintanarroense extra帽ar谩 a un cuerpo que confundi贸 la autoridad con la cacer铆a de bolsillos.
El MOBI, nos dicen, es una “transformaci贸n hist贸rica”. Y yo quiero creerlo. De verdad. Me encantar铆a vivir en un estado donde el agente no te pida “para el refresco”, ni te haga el cl谩sico examen ocular de corrupci贸n: ver tu cartera en vez de tus documentos.
Ahora tendremos radares que multan sin hablar. Una maravilla. Porque si algo nos fallaba en Quintana Roo no era la tecnolog铆a, era la tentaci贸n. Un radar no tiene antojo de Coca-Cola, ni urge por “cooperaciones voluntarias”.
Claro… siempre quedar谩 la duda de qui茅n controla el radar. Ya sabemos que en M茅xico hasta la tecnolog铆a aprende malas ma帽as si se junta con las personas adecuadas. Pero bueno, d茅mosle el beneficio de la duda.
Por lo menos el aparato no puede abrir la ventanilla y decir: “¿c贸mo le ayudamos, joven?”.
El gobierno presume que los nuevos agentes de movilidad no tendr谩n contacto con los automovilistas. ¡Aleluya! Quiz谩 ahora s铆 podamos manejar sin el constante miedo de que una patrulla nos rebase, se nos pegue como mosca y nos invente una tragedia vial para justificar la mordida.
Dec铆a la gobernadora que el 81% de la gente desconf铆a de Tr谩nsito. ¿De verdad solo 81%? Yo quiero conocer al otro 19% para estudiarlos cient铆ficamente.
Porque confiar en Tr谩nsito es como confiar en un mapache para cuidar la comida.
El MOBI se vende como la salvaci贸n: autobuses modernos, rutas ordenadas, pagos digitales. Todo suena bien. Suena tan bonito que hasta parece Europa… pero con calor. El problema es que en M茅xico sabemos que muchas cosas “nacen perfectas y se corrompen r谩pido”. Como aguacate bonito en el s煤per: lo ves verde, sano, prometedor… lo compras y llegando a casa ya se pudri贸.
Ojal谩 MOBI no sea el aguacate de la movilidad.
Aqu铆 s铆 vale la pena preguntar, con el sarcasmo que el momento amerita: ¿D贸nde estaban todos cuando Tr谩nsito se volvi贸 sin贸nimo de extorsi贸n?, ¿por qu茅 hasta ahora?.
Porque ya sabemos que algunos gobiernos pasados ten铆an una relaci贸n tan cercana con la corrupci贸n que si fuera persona, la habr铆an invitado a vivir en Casa de Gobierno.
Pero bueno, celebremos que al menos hoy alguien reconoci贸 el problema, lo llam贸 por su nombre y anunci贸 su funeral.
La muerte de Tr谩nsito no elimina la corrupci贸n de un plumazo. Pero s铆 elimina la herramienta favorita del extorsionador: el contacto directo. Y eso, mis queridos lectores, ya es ganancia.
Lo dem谩s depender谩 de que no nos durmamos. Porque si dejamos todo en manos del gobierno, la corrupci贸n se disfraza, cambia de peinado y vuelve. Hay que vigilarla como gato hambriento frente a un plato de comida.
El MOBI no es s贸lo un nuevo nombre. Es la oportunidad de romper una cadena de abusos que nos rasp贸 el bolsillo y la dignidad por d茅cadas. Es, si todo sale bien, la posibilidad de manejar sin el p谩nico de ver luces azules en el retrovisor.
Hoy, por primera vez en mucho tiempo, Quintana Roo intenta avanzar. Y yo —el Gato Maya— estar茅 aqu铆, observando desde la azotea, listo para maullar si algo huele raro.
Porque movernos no s贸lo es desplazarnos: es dejar de vivir agachados ante la corrupci贸n. Y si este cambio realmente camina, entonces s铆: que viva el MOBI… y que Tr谩nsito descanse en paz.